Una vez me pasó una cosa muy graciosa follando.
(Bueno… graciosa para mí. La chica se rio menos).
Te cuento…
Estaba con una chica.
Follando.
Que si te beso.
Que si ahora te como el coño.
Que si ahora me la chupas tú.
Ahora mejor 69 que así también te puedo comer el culo y a la vez tú me la chupas.
Ahora te la meto.
Ahora a 4.
Lo normal, vamos.
Y llegó el momento de que me corriese yo porque ella ya se había corrido varias veces.
(Sí… me gusta correrme el último porque si ella no se ha corrido no me corro a gusto).
Y como a mí donde más me gusta correrme es en la boca…
Pues me tumbé y ella me la empezó a chupar hasta que acabase.
Ya estaba a puntito.
Y le aviso de que estoy a puntito.
(Yo siempre aviso que mi madre no sólo me hizo guapo y listo sino también educado. Y muy humilde).
Y me empiezo a correr.
Y a ella se le empieza a llenar la boca.
Tanto tanto que se empieza a atragantar.
Y a toser.
Y a salírsele el semen hasta por la nariz.
Y yo me empiezo a reír.
Y ella me mira con lágrimas en los ojos y toda roja porque había estado a punto de morir asfixiada por una mamada.
(Habría sido una muerte digan de ‘1000 maneras de morir’).
¿Y qué puedes aprender tú de lo que le pasó a esta chica que se atragantó tanto que casi se asfixia porque le solté demasiado semen en la boca?
Pues que si tú a tus clientes les llegas y les empiezas a vomitar encima todos los datos y características de tu producto o servicio se van a atragantar y a agobiar y seguramente no te acaben comprando de todas las objeciones que les vas a crear.
(Lo que los vendedores yankees pro llaman el clásico ‘show up and throw up’).
Tú pensarás que les has dejado alucinados y sin palabras mostrándoles todo lo que sabes de tu producto…
Pero ellos estarán intentando respirar para no ahogarse con tantas características que en el fondo no les importan una mierda y si les hubieras preguntado y luego callado y escuchado sabrías lo que quieren de verdad.
Pues te hayas reído como yo o sufrido oyendo esta historia…
Te guste atragantarte o que se te corran en otro sitio…
Puedes evitar atragantar a tus clientes y darles lo que quieren.
¿Qué?
¿Cómo dices?
¿Qué no sabes bien cómo hacerlo porque por todos lados (tu web, tus redes sociales, tu blog, tus anuncios, tus emails, tus llamadas de ventas…) lo único que haces es enumerar una lista de las características de tu producto que sueltas prácticamente sin respirar y que te la sabes de memoria de todas las veces que la has repetido?
No te preocupes cariño mío.
Que yo te ayudo a que tengas una comunicación de la hostia que no sólo no haga que tus clientes se atraganten sino que te pidan más.
(Que les des más de lo que sea que vendas… a no ser que seas gigoló y entonces claramente querrán más pito y más semen).
¿Qué cómo te ayudo?