Estuve con una chica.
Bueno… he estado con muchas chicas.
Porque soy muy guapo y muy interesante y muy atractivo.
Y sobre todo muy humilde.
El yerno que toda suegra querría tener.
Pero de ésta me acuerdo especialmente.
Y no precisamente porque follase tremendamente bien.
Voy directamente a la cama que sé que es lo que te mola.
Pues estábamos los dos ya en la cama.
Desnudos.
Besándonos.
Y empiezo a bajar.
Le beso el cuello.
Sigo bajando mientras la voy besando por donde voy pasando.
Me entretengo un poco con los pezones.
Sigo bajando.
Por su ombligo.
Sigo bajando.
Y llego a unos de los mejores manjares que Dios le dio a la humanidad.
Pero cuando llego ahí abajo siempre paro un segundo.
Beso el interior de los muslos.
Y voy al centro.
Pero aún no hay contacto.
Dejo mis labios a milímetros de los suyos de ahí abajo durante unos segundos.
Como si estuviera bendiciendo los alimentos que estoy a punto de disfrutar.
Me acerco un poco más.
Mis labios ya rozando los suyos.
Y saco la lengua para pasarla de abajo arriba (separando sus labios como Moisés separó las aguas del Mar Rojo) hasta llegar a su clítoris.
¡Buaaaaah! Ya estoy salivando.
Después de un rato vuelvo a subir y le pregunto que qué le gustaría que le hiciera ahora.
– No sé – fue su respuesta.
Así que sigo a lo mío.
La pongo en una postura y en otra.
– ¿Hay algo que te gustaría probar?- le pregunto.
– No sé – vuelve a responder.
La pongo a 4.
Ahora ella encima.
Ahora reverse cowgirl.
– ¿Hay algo que te ponga especialmente cachonda y que te molaría que hiciéramos?.
– No sé.
¡DIOOOOOOS!
(Este ‘Dios’ es de desesperación, no de orgasmo).
¿Pero cómo hostias no puedes saber lo que te gusta o lo que hace que estés más mojada que una Oreo en su vaso de leche?
Y es que el problema aquí era la comunicación.
Vamos, que no existía.
Y no sé que pensarás tú…
Pero para mí la comunicación en el sexo es vital.
De hecho me pone muchísimo más que la tía me diga las guarradas que le molan.
Me la pone más dura.
Y como follar y vender son la misma cosa…
Pues la comunicación es importantísima para tu negocio.
Y para la vida en general.
Y si quieres aprender la mejor manera de comunicar…