Conocí a un tipo que tenía un ecommerce.
Decía que no tenía un copywriter.
Aunque también decía que la mayor parte de su equipo de media buyers y creativos publicitarios podían escribir un copy decente.
Especialmente si usaban IA.
¡IA!
Madre mía…
Bueno.
Pues el tío se había dado cuenta de que sólo con eso no llegaba a los resultados que podía llegar si tenía un buen copy.
Y quería contratar a un copywriter.
Pero tenía un miedo.
El miedo de contratar a alguien que no fuera lo suficientemente bueno.
Porque como él mismo decía:
«Parece que todo el mundo es copywriter hoy en día».
Estoy totalmente de acuerdo con él.
Ahora mismo cualquiera que ha visto un par de vídeos en YouTube o se ha comprado un libro sobre copywriting ya se cree copywriter.
Pero eso en el fondo me gusta.
Porque nos hace destacar a los demás.
Y hace también que podamos cobrar precios más altos por nuestros servicios (la calidad se paga. Especialmente cuando escasea).
Pues precisamente uno de los consejos que le habían dado es que no buscase un copywriter barato.
Sino que buscase a uno que supiera lo que hacía.
Que contratar un copywriter barato es «como poner neumáticos baratos en un coche de carreras» (palabras textuales. Aunque para mí no es la mejor comparación).
Y que la mayoría de la gente busca lo barato…
Pero al final acaban pagando el precio.
Ya sea la relación insatisfactoria con el cliente final.
O la imagen de la propia empresa.
Pero al final siempre toca pasar por caja.
Si tú eres dueño de un negocio que vende por internet…
O estás pensando en emprender y abrir tu propio negocio…
Quizá te interesa saber cómo elegir un buen copywriter.
Puedes empezar por aquí: