Si quieres ligar tienes que entrenar.

Llevo escribiendo mucho tiempo.

Escribiendo para mí quiero decir.

Porque las redacciones y los trabajos del cole o la uni no los cuento.

Y escribo de todo.

Y se nota en la cantidad de libretas y papeles que he tenido siempre repartidos por mi casa.

Porque siempre me ha gustado más escribir en papel que en una pantalla (aunque hace ya bastante también que le empecé a coger el gusto a escribir con un teclado).

Una de las cosas que más suelo escribir son mis entrenamientos.

He sido mucho tiempo entrenador (y sigo siendo porque me entreno a mí y a veces a algún colega) y por eso apunto todo lo que hago desde que empecé.

Tengo libretas y libretas llenas de programas de entrenamiento como si fuesen diarios.

Y en cierto modo lo son porque todos los días entreno, así que todos los días escribo mi entrenamiento.

Seguro que piensas:

«Pues vaya cosa lo de escribir números para las series y las repeticiones. Eso no tiene ningún interés y ni siquiera cuenta como escribir.»

Mejor cierra el hocico ese que tienes porque no sabes de qué va la cosa.

¡Y ponte a entrenar!

Es verdad que apuntaba cosas como el día, el nombre de los ejercicios, las series y las repeticiones.

Pero también escribía mis objetivos, mis sensaciones, mis pensamientos de por qué podría haber fallado cierto ejercicio o de por qué mi rendimiento era más bajo ese día.

O incluso de lo puto máquina que soy cuando bato una marca personal por más de lo que yo pensaba.

Básicamente esas libretas son conversaciones conmigo mismo.

Pues cuando la gente me ve entrenando con una libreta y un boli, me hace todo tipo de preguntas.

Y hoy justo una compañera del gimnasio me ha empezado a decir varias cosas para picarme.

¡Cómo si pudiera!

Me decía cosas como:

«¿Estás escribiendo tus memorias?»

«¿Estás escribiendo un nuevo ’50 Sombras de Grey’?» (porque ya sabes que dicen que soy un guarro).

«¿Quién es tu musa para que escribas tanto?»

Nada.

Que no me dejan entrenar tranquilo.

Claro.

Como no están acostumbrados a ver a alguien haciendo las cosas diferentes…

Pues les resulto más interesante.

Y más atractivo (a las chicas sobre todo).

Y no sólo por mi cuerpo apolíneo esculpido por los dioses.

Por eso me quieren ligar y no me dejan entrenar.

Tú también puedes ser más atractivo.

Si te vuelves más interesante, claro.

Porque mi cuerpo apolíneo esculpido por los dioses es mío.

Búscate tú el tuyo.

¿Y cómo puedes ser más interesante para ser más atractivo?

¿Cómo?

¿Qué dices?

¿Qué quieres recibir cada día un email con un consejo sobre copywritingstorytelling y ventas para que lo apliques y seas diferente?

¿Tan diferente que llames muchísimo la atención?

¿Qué llames tanto la atención que seas mucho más interesante?

¿Tan interesante que tu negocio será mucho más rentable y así alcanzarás la libertad que siempre habías querido?

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